Los softwares de fuente abierta están en todas partes. En teléfonos, computadoras portátiles, relojes y hasta en electrodomésticos.

El apetito por este tipo de código libre y público es feroz, pero una escasez de recursos para mantener algunos de los softwares menos visibles, de los cuales dependen otro softwares, ha dejado vulnerables a otras partes críticas del ecosistema.

Nadia Eghbal trabaja para mejorar la experiencia de los programadores como parte del equipo de producto en GitHub en San Francisco. GitHub es la mayor plataforma de colaboración de software del mundo, con casi 24 millones de usuarios en 200 países.

Nadia Eghbal por Helena Price (usada con autorización).


Antes de unirse a GitHub, Eghbal realizó una investigación exhaustiva sobre financiamiento de software público. Ella quería entender qué proyectos no lograban atraer capitales de riesgo, y por qué. Su trabajo terminó en una base de datos de proyectos y en un informe de la Ford Foundation donde comparaba infraestructuras digitales —que Eghbal define como las herramientas necesarias para construir software— con infraestructura que usamos para movernos por el mundo físico: caminos y puentes.

Eghbal concluyó que eran los proyectos diseñados para mantener esta infraestructura los que atraían menos inversiones, y los llamó “el mayor punto ciego de internet“.

Silicon Valley y las organizaciones que dependen de la tecnología no sobrevivirían sin infraestructura digital: servidores, lenguajes de programación, marcos de referencia y bibliotecas. Todos se basan abrumadoramente en el código libre y de fuente abierta.

Esa infraestructura digital también hizo que empezar una empresa fuera mucho más barato. Pero todavía no hay inversión suficiente en su mantenimiento.

Quienes se encargan del mantenimiento de la infraestructura a menudo lo hacen gratis por su compromiso con la comunidad de fuente abierta, y también por sus ideales. El trabajo suele ser exigente, y muchos recién llegados dan la fuente abierta por sentada, sin entender el nivel de compromiso que toma sostener el trabajo.

«Encontré que todos asumían que la fuente abierta estaba en perfectas condiciones. Pero si hablabas con los encargados del mantenimiento pintaban una imagen muy diferente. De muchas maneras, no se sentían apoyados, no solo financieramente, sino que también sentían la presión de tener que responder y trabajar con esas comunidades, que son muy grandes”, dice Eghbal.

«No hay mucha comprensión sobre cómo se puede ser un buen ciudadano de fuente abierta. Vemos que las personas piden cosas, pero no colaboran. Y la fuente abierta no puede funcionar sosteniblemente así”, dice Eghbal.

En GitHub, Eghbal ayudó a desarrollar una encuesta a 5.500 programadores de software en 2017 que ofrece recomendaciones generales sobre cómo fomentar comunidades de fuente abierta más saludables, y evitar la baja moral y el agotamiento. Con el mismo objetivo. también es coautora de una serie de guías de fuente abierta. 

Según los hallazgos de la encuesta, aumentar la participación en la documentación que ayuda a delinear el proceso de un proyecto es una manera clave de aliviar la presión de los encargados del mantenimiento y permite ayudarlos a comunicar a otros el alcance del proyecto; colaboraciones que sean anteriores y un código de conducta. La encuesta también mostró el efecto destructivo que pueden tener las “interacciones negativas”, como las discusiones o el acoso, en la sostenibilidad de una comunidad de proyectos de fuente abierta. «Tan solo ver una interacción negativa hace que quieras participar menos”, dice Eghbal.

Muchas empresas ayudan a colaborar con el mantenimiento de la infraestructura digital al alentar a su personal a pasar horas remuneradas colaborando con proyectos de fuente abierta. Se necesita un apoyo y participación constante para que internet sea saludable para las generaciones futuras.

Lectura adicional:

Guías de Fuente Abierta
Encuesta de Fuente Abierta, GitHub (2017)
Cómo me topé con el mayor punto ciego de internet, Nadia Eghbal (2016)

Caminos y Puentes: El Trabajo Invisible Detrás de Nuestra Infraestructura Digital a, Ford Foundation (2017)