Cuando internet se usa para intercambiar abiertamente información pública, esto ayuda a mejorar la transparencia y la rendición de cuentas de los gobiernos, y cumple con el potencial de impacto positivo que tiene en el mundo.

Los datos son “abiertos” cuando cualquier persona puede usarlos, modificarlos y compartirlos libremente con cualquier propósito. Idealmente, todos pueden explorar en línea la información pública sobre presupuestos, elecciones, transporte, salud, entre otros. Lamentablemente, los compromisos de los gobiernos con los datos abiertos parecen estar estancándose en todo el mundo.

Las notables excepciones incluyen Canadá, Israel, Kenia, Corea del Sur y el Unido, que han hechos firmes progresos desde que adoptaron formalmente un Estatuto de Datos Abiertos.

Es enormemente importante el cómo se publican los datos en donde puedan ser realmente útiles. Para ser de máximo uso y beneficio público, los datos deben estar en línea y ser libres, disponibles a granel en formato legible para máquinas (para análisis de datos), y emitidos bajo una licencia abierta (lo que permite la investigación entre sectores, por nombrar un ejemplo).

El Barómetro de Datos Abiertos de la World Wide Web Foundation sigue el rastro del progreso de los datos abiertos alrededor del mundo. De los 1.725 grupos de datos revisados de 115 países solamente el 7% de los grupos de datos estaban totalmente “abiertos” en 2016.

Cómo 115 países difundieron grupos de datos públicos entre 2012 y 2016

 

Fuente de los datos: Barómetro de Datos Abiertos (4° edición), World Wide Web Foundation, 2017