Muéstrame mis datos y te diré quién soy

“Dejen de manipularnos y dennos verdaderas opciones”, dice Katarzyna Szymielewicz, experta en tecnología y derechos humanos, abogada y activista que defiende que las personas tengan más control sobre cómo se procesan y se usan sus datos.

Las empresas están elaborando perfiles digitales de nosotros, hechos de datos recopilados por miles de rastreadores insertos en aplicaciones móviles o en la web. Reúnen información cada vez que estamos conectados a internet. Los agentes de datos los venden a quien esté dispuesto a pagar por ellos. Cambian de manos entre innumerables empresas sin que lo sepamos.

Los datos sobre nosotros están clasificados en categorías que casi nunca podemos ver y son analizados por algoritmos de los que casi no sabemos nada — y luego se usan para tomar decisiones que pueden tener impacto en nuestras vidas, para bien o para mal.

Pero ¿y si pudiéramos descifrar la ecuación y simplemente decirle a las empresas quiénes somos? ¿Respetarían nuestras respuestas?

Katarzyna Szymielewicz es confundadora y presidenta de Panoptykon Foundation, organización de derechos digitales en Polonia. En enero de 2019, Panoptykon denunció a Google en el marco del Reglamento General de Protección de Datos y sostiene que la empresa ha violado los requisitos que tiene la regulación de proporcionar a los usuarios acceso a los datos que la empresa tiene sobre ellos.

Para ayudar a que una audiencia mayor visualice el poco control que tenemos sobre nuestros perfiles digitales, Szymielewicz ha elaborado una metáfora de “tres capas” de datos: dar ejemplos de lo que se recopila sobre nosotros, qué es lo que se observa y qué es lo que está generando por las máquinas.

Tres capas de nuestro perfil digital

Tres capas de nuestro perfil digital de Katarzyna Szymielewicz, Marcin Antas, Kamil Śliwowski, 2019. Los datos usados en esta visualización se basan en la investigación de Panoptykon y son muestras de datos que no son exhaustivos ni aplicables a todos.

P: ¿Son precisos nuestros perfiles de datos?

R:: ¿Quién sabe? No podemos saberlo en realidad sin que haya transparencia ni acceso a los perfiles completos que las empresas de tecnología generan sobre nosotros. Estoy segura de que los mismos usuarios serían los mejores auditores de estas bases de datos porque tiene incentivos reales (a menudo económicos) para que no se les juzgue sobre la base de información incorrecta o incompleta. Pero no se les da la oportunidad de hacerlo.

Se me ocurrió esta metáfora de varias capas para explicar la complejidad (y los peligros) de cómo funcionan los perfiles de datos en línea después de escuchar por enésima vez: ‘¿Cuál es el problema si nosotros mismos elegimos compartir y publicar nuestros datos?’. Lo cierto es que no tomamos esas decisiones nosotros. Nos atraen para compartir más datos de los que aceptaríamos, somos observados y calificados por máquinas de manera que apenas podemos imaginar. No es de sorprender que detecten algunos espactos delicados que preferiríamos mantener en privado.

P: ¿Por qué querríamos ver nuestros datos?

La única manera de recuperar el control total de nuestros perfiles es convencer a las empresas que hacen los perfiles que cambien su enfoque. En vez de ocultarnos datos, deberían ser más transparentes. Debemos abrir esos sistemas que están ocultos al escrutinio de los usuarios.

Por otro lado – en vez de adivinar nuestra ubicación, relaciones o deseos ocultos a nuestras espaldas, creo que las empresas podrían simplemente empezar a hacernos preguntas y a respetar nuestras respuestas. Hasta veo esto como una verdadera oportunidad para que las empresas de mercadeo ganen confianza y hagan que la publicidad dirigida sea más relevante y justa.

En la Unión Europea, tenemos un marco legal que facilita una mayor apertura y acceso. El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) ahora da a los europeos el derecho a verificar los datos que tienen las empresas individuales, incluidos los perfiles de mercadeo y publicidad. Las empresas aún pueden proteger su código y algoritmos como secretos del negocio, pero en teoría ya no pueden ocultar datos personales que generan sobre sus usuarios. Digo en teoría — porque en la práctica, las empresas no revelan toda la imagen cuando se les confronta con esta obligación legal. En particular, ocultan datos de observación de comportamiento y datos generados con algoritmos patentados. Esto debe cambiar, y estoy segura de que así será, una vez que empecemos a ver que los primeros reclamos resulten en multas.

P: ¿Cómo podríamos lograr que la transparencia radical sea una realidad?

Bueno, no cabe duda de que nos hemos preparado para un largo camino. Debemos trabajar juntos como movimiento y probar diferentes enfoques. Algunos continuaremos probando herramientas legales y combatiendo a los opositores en los tribunales o ante las autoridades de protección de datos. Otros defenderán que (aún) haya mejores salvaguardas legales, por ejemplo, en la próxima regulación europea de privacidad electrónica. Otros elaborarán o financiarán colectivamente servicios alternativos o presionarán a las grandes empresas tecnológicas a que prueben nuevos modelos de negocios, y así. Estoy segura de que será un largo camino, pero como movimiento, al menos vamos en la dirección correcta. El mayor desafío para nosotros ahora es convencer a los actores comerciales a que nos sigan.

¿Qué tanto de tus datos imaginarías que controlas?

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