¿Y si Facebook le perteneciera a sus usuarios?

Durante décadas, varios fundadores de startups han mirado con signos de dólares en los ojos todo lo que se podía hacer en internet. En una cultura corporativa que ha sido fomentada por los grandes fondos de capital de riesgo, las startups compiten para convertirse en el próximo disruptor mutimillonario, como Uber o WhatsApp.

Con mucha frecuencia, los modelos de negocio de las mayores empresas de internet las han llevado a malgastar la confianza de usuarios y trabajadores por poner las ganancias por delante del interés de las personas.

En los peores momentos de los escándalos públicos, los consumidores han lanzado campañas como #DeleteUber [Borren Uber] o #DeleteFacebook [Borren Facebook] para expresar sus objeciones. Pero con pocas buenas alternativas a las principales empresas de internet como Amazon, Google o Facebook, el costo social o económico de abandonarlas puede ser muy alto. ¿Puede haber una manera realmente democrática para los usuarios de dirigir las empresas?

Una nueva generación de emprendedores de internet está respondiendo esta pregunta. Está Zebras Unite, movimiento liderado por mujeres para presionar por alternativas más éticas e inclusivas a la cultura de “unicornio” de Silicon Valley. Está Purpose Foundation, que promueve la “propiedad del administrador» (steward-ownership) como una estructura legal para dar prioridad a la misión por sobre el beneficio. Y hay cientos de empresas de propiedad y administración cooperativa en todo el mundo que exploran cómo compartir poder y beneficios directamente con los usuarios, para romper el ciclo de maximizar las ganancias a cualquier costo.

Trazar esas formas alternativas de espíritu emprendedor en internet – o “plataforma de cooperativismo” – es la pasión de Nathan Schneider de la Universidad de Colorado Boulder en Estados Unidos. Junto con Trebor Scholz, que inició Platform Cooperative Consortium en New School de Nueva York, coorganizó algunas primeras reuniones de la comunidad cooperativa de la plataforma. Schneider es autor de Everything for Everyone: The Radical Tradition That Is Shaping the Next Economy (Todo para todos: La radical tradición que está dando forma a la próxima economía), y confundador de Start.coop, acelerador de empresas para nuevas cooperativas.

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Nathan Schneider. Foto de Emily Hansen (CC BY-SA 4.0).

P: ¿Cuál es el problema que las plataformas de cooperativas podrían solucionar?

Estamos en una gran crisis de toma de responsabilidad con la economía en línea. Las empresas están asumiendo roles de servicios públicos, pero no tenemos la opción de usar sus servicios porque no hay alternativas significativas. Vemos a personas angustiadas por estar entregando sus datos, pero que en realidad no hacen nada porque no tienen otra opción. La propiedad comunitaria es una oportunidad para que las plataformas tomen esa responsabilidad. Es un vehículo para que los usuarios tengan voz e incorporen democracia a las empresas. Tal vez hasta podamos llevar a un rejuvenecimiento de la esfera democrática.

En la mayoría de los lugares, la gente ni se detiene a considerar que tiene la opción de crear una alternativa a las empresas existentes que no le están dando buenos acuerdos al público.

El retiro de Uber de Austin, Texas, luego de una disputa con las autoridades locales en 2016, llevó a la creación de Ride Austin, entidad sin fines de lucro para compartir viajes. Es mejor para los conductores y apoya a otras entidades locales sin fines de lucro. Es una visión totalmente diferente de cómo pueden funcionar las cosas en una economía.

P: ¿Crees que las grandes empresas de tecnología podrían evolucionar hacia modelos cooperativos?

¿No sería buenísimo que esas grandes empresas compartieran la propiedad con las personas que realmente les están generando valor? En cambio, tenemos una economía en línea que está estructurada para generar ganancias masivas para una pequeña cantidad de accionistas. Hacer participar a los usuarios en la propiedad significa asegurarnos de que no se les deje fuera del valor que están creando, y de garantizar que se beneficien junto con los inversionistas en la prosperidad que están creando juntos.

En 2017, participé en una campaña para llevar un acuerdo de los accionistas a una reunión anual de Twitter para alentar a la empresa a considerar opciones para expandir la propiedad y dirección de los usuarios en la plataforma como una manera de abordar problemas sistémicos. No nos fue bien, pero necesitamos más estrategias para llevar democracia a las empresas. Sobre todo cuando reconocemos que son tan grandes que básicamente se convierten en servicios públicos. Por ejemplo, podría ser una estructura legal y tratamientos tributarios que harían que alguien como Mark Zuckerberg de Facebook la vieran como una opción razonable transferir grandes cantidades de acciones y control a los usuarios.

P: El atractivo de la financiación del capital de riesgo es fuerte. ¿Qué motiva a los fundadores a optar por un modelo de negocios cooperativo?

A menudo, las personas tratan de solucionar problemas profundos y se dan cuenta de que entregar algo a los inversionistas no va a ser suficiente. Un ejemplo es Jen Horonjeff, fundadora de Savvy. Es una plataforma de información sobre temas de salud para pacientes y sus familias. Ella tiene una enfermedad crónica y estaba obsesionada con que los pacientes tuvieran más control sobre su enfermedad. Sabía que cuando se entregan los procesos médicos a inversionistas, estos se aprovechan de los pacientes. Así que recurrió a un modelo cooperativo como último recurso para proteger a las personas, y al mismo tiempo administrar un negocio.

La economía necesita variedad. Siempre puede haber necesidad del modelo de alto riesgo y gran retorno del capitalismo de riesgo, pero al mismo tiempo podemos crear más opciones.

¿Qué modelos de negocio alternativos para internet te inspiran?

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