Las multitudes sin rostro usan el anonimato como una armadura, atacan en línea en la oscuridad de la noche…

La manera en que imaginamos el acoso en internet coincide solo a veces con la realidad.

Aunque los “trolls” con frecuencia atacan de noche, la capacidad de ser anónimos en internet puede no estar tan vinculada al acoso en línea como se suele pensar. Hay poca evidencia de que desenmascarar a las personas y hacerlas usar sus “nombres reales” en espacios en línea ayude a contener significativamente los ataques.

Al contrario, dejar de lado el anonimato puede hacer que las plataformas sean menos seguras para las personas vulnerables.

Según la investigación de Pew Research Center llevada a cabo en 2017, 54 % de los adultos estadounidenses que denunciaron haber sufrido acoso en línea dijeron que un desconocido o un extraño estaba detrás del incidente más reciente. Sin embargo, muchos otros sí conocían a sus acosadores: eran conocidos (26 %), amigos (18 %) y familiares (11 %).

Otros estudios muestran que los niños y los adolescentes que sufren de acoso cibernético también han sufrido acoso fuera de internet.

Incluso cuando la agresión en línea es masiva, hay investigaciones que indican que algunos de los peores agresores usan su propio nombre para aumentar su influencia.

Por supuesto, hay muchos casos en los cuales el anonimato facilita el abuso y crea una “cortina de humo” que permite que el acoso en internet continúe o se amplifique. Pero si el anonimato no es la fuerza impulsora detrás del acoso en línea, entonces obligar a la gente a usar su nombre real no resolverá el problema.

Nathan Matias es un investigador de seguridad e imparcialidad en línea del M.I.T. y la Universidad de Princeton que está recopilando diversas investigaciones, y probando varias técnicas de moderación de comentarios como parte de un enfoque basado en datos para mejorar la gestión de comunidades en línea.

J. Nathan Matias
J. Nathan Matias en 2017. Foto de Joi Ito (CC BY 2.0)

“El conflicto, el acoso y la discriminación son problemas sociales y culturales, no solamente problemas de las comunidades en internet”, dice Matias. Los resultados preliminares de un estudio que Matias y sus colegas realizaron en el sitio web Reddit mostraron que al publicar las reglas para comentarios claramente en la parte superior de una sección de ciencia con 14 millones de suscriptores bajo pseudónimo, el cumplimiento por parte de quienes comentaban por primera vez aumentó de 75 % a 82 %.

Para poner fin al acoso en internet debemos invertir tanto en una mejor comprensión de las causas fundamentales del abuso, como en desarrollar investigaciones para evaluar sus soluciones. En un mundo donde la vida en línea es parte de la vida real, los problemas cara a cara y en pantalla se beneficiarían del mismo enfoque: cambiar las normas sociales.

Lectura adicional:

CivilServant
The Real Name Fallacy [La falacia del nombre real], J. Nathan Matias, 2017