Fuera de la web, difícilmente reconocerás a Esra’a Al-Shafei: la activista de derechos humanos bahreiní mantiene su aspecto en secreto, dada su ubicación geográfica y la naturaleza delicada de su trabajo.

En la web, es difícil no ver a Al-Shafei. Esta activista de 31 años ha dado charlas TED, ha recibido elogios como una de las blogueras más valientes del mundo y usa su destacada cuenta de Twitter para defender a los marginados.

Al-Shafei es fundadora de Majal.org, entidad sin fines de lucro que funciona desde hace 11 años en el Medio Oriente y el Norte de África. Majal es administrada principalmente por mujeres árabes y tiene como misión central “aumentar la libertad de expresión y el acceso a la información”, dijo Al-Shafei a Mozilla.

La organización alberga diversos proyectos. Entre estos está Mideast Tunes, la cual es una plataforma para músicos de la región del Medio Oriente y Norte de África que promueve la justicia social; Migrant-Rights.org es un recurso para trabajadores migrantes en el Medio Oriente; y Ahwaa, red social para personas LGBTQ [lesbianas, gays, bisexuales, transexuales y queer] en el mundo árabe.

Los derechos LGBTQ influyen de manera destacada en el trabajo de Majal. Como resultado, Al-Shafei tiene una profunda claridad sobre cuál es la realidad de la lucha por la igualdad LGBTQ en internet.

La comunidad LGBTQ ha encontrado muchos desafíos a medida que un grupo pequeño de sus plataformas de medios sociales ha crecido en tamaño y en influencia. “De manera constante, Facebook ha cerrado o amenazado con cerrar diversas páginas dedicadas a los derechos LGBTQ”, expresa. ¿Por qué? “Un algoritmo defectuoso que es vulnerable a los trucos de los troles les permite denunciar páginas que en realidad no infringen los términos de la empresa”, explica Al-Shafei.

La comunidad LGBTQ no es el único grupo que sufre acoso de este tipo en internet. La misma táctica se ha usado contra defensores de los refugiados y disidentes kurdos, dice Al-Shafei. Aun así, incluso a medida que los medios sociales se vuelven más centralizados, hay focos de descentralización – y optimismo.

“Las plataformas no tienen que ser usadas por millones de personas para ser efectivas e influyentes”, dice Al-Shafei. “No hay nada que nos impida crear nuestros propios nichos en la web. Las oportunidades son ilimitadas”.

Un ejemplo es Ahwaa, de la propia Majal. La plataforma permite a sus usuarios interactuar anónimamente, con seudónimos e ilustraciones. Los intercambios positivos con otros usuarios promueven el uso de nuevas herramientas – como salas de chat – una  función que permite mantener a los troles a raya.

Hay otros puntos a destacar en la web. La naturaleza global de internet permite que comunidades LGBTQ, anteriormente aisladas, hablen, aprenden y se apoyen entre ellas. Ahwaa llamó la atención de una comunidad LGBTQ en Bulgaria, que luego lanzó la plataforma localmente.

Al-Shafei reconoce que la tecnología por sí sola no puede promover la causa LGBTQ – la  educación y la defensoría son componentes claves, también. Pero la web tiene un impacto enorme. “En el centro de cada proyecto de Majal hay un énfasis en que existan enfoques tecnológicos creativos a los problemas que estamos tratando de resolver”, dice.

Al-Shafei también reconoce que la necesidad por promover los derechos LGBTQ, dentro y fuera de la web, es interminable. “Es una lucha eterna”, expresa. “Así como tenemos el poder y la capacidad de crear plataformas que celebran la libre expresión y promueven la tolerancia, quienes están en el lado opuesto pueden desarrollar sus propios medios para impulsar agendas que van en contra de la nuestra”.

Así, activistas como Al-Shafei, y organizaciones como Majal, juegan un papel clave: resisten la censura y la exclusión. Y en medio de esta lucha, hay cosas que se deben celebrar –aunque sea simplemente ver a un usuario defendiendo a otro.

“Me alegra mucho ver que la gente alza la voz y usa su influencia para enfrentar tanto a troles abusivos como a temas que incitan la odiosidad”, dice Al-Shafei. “Estoy agradecida de que las personas digan lo que piensan, se apoyen entre sí y descubran maneras creativas y sostenibles de ayudar a que los demás no sean intimidados y silenciados”.

Imagen de Ahwaa proporcionada por Majal.org.

Lectura adicional:

Majal.org
YouTube: Internet es una ventana al mundo en Bahréin